por Gabriel G. Nahas, MD
Nicholas A. Pace, MD
Universidad de Nueva York del Centro Médico
Las afirmaciones anecdóticas sobre las propiedades terapéuticas únicas de fumar marihuana en el alivio de las náuseas y vómitos inducidos por la quimioterapia del cáncer o del SIDA no resisten un escrutinio científico.
En primer lugar, la terapéutica moderna distinguen entre una droga cruda y su ingrediente farmacológico activo puro, en este caso entre la marihuana y el THC. Mientras los preparativos de marihuana cruda de material vegetal y contienen THC muestran propiedades farmacológicas similares a THC, su efecto global es muy diferente. De hecho, la marihuana contiene, además de otros 60 cannabinoides THC que modifican la absorción, la disponibilidad y la transformación de THC en el cuerpo, y que también son biológicamente activos. Además de los cannabinoides, otros 360 compuestos han sido identificados en el material de la planta, tales como terpenos, flavonoides, derivados de furano y alcaloides. El humo de un cigarrillo si la marihuana contiene en su fase gaseosa los vapores nocivos de monóxido de carbono, acetaldehído, acroleína, tolueno, nitrosamina y cloruro de vinilo, y en su fase de partículas fenol, creosol, metilo y naftaleno. El humo de marihuana contiene también el doble de muchas sustancias productoras de cáncer (benzantraceno y benzopireno) como un cigarrillo de tabaco del mismo peso. La cantidad respectiva de todos estos diferentes productos químicos variará con cada cigarrillo de marihuana y el humo resultante, por lo tanto, las recetas de marihuana no pueden cumplir con el Pure Food and Drug Act, que exige que todos los medicamentos pueden marcar con la cantidad exacta de productos químicos que contienen. Además, la preparación de fármaco en bruto de la marihuana también puede estar contaminada con la bacteria Salmonella que da diarrea y con un hongo, Aspergillus, que puede causar bronconeumonía grave (Se ha sugerido que los cigarrillos de marihuana prescritos para los pacientes ser esterilizados.).
Los efectos perjudiciales en el hombre causada por la exposición prolongada a fumar marihuana se han reportado en dos recientes simposios internacionales; que incluyen síntomas de enfisema, como el cáncer de pulmón, boca y lengua, deterioro prolongado de la memoria y de rendimiento psicomotor resultando en tren o en accidentes de tráfico, un aumento de seis veces en la incidencia de la esquizofrenia, la leucemia en los niños nacidos de madres que fuman marihuana y daños en el feto en crecimiento.
Sin embargo, si la marihuana fumada tenían propiedades terapéuticas únicas, estos no percepción de los efectos no deseados podrían ser pasados por alto. Especialistas en cáncer prominentes como el Dr. RJ Gralla del Centro de Cáncer Memorial Sloane-Kettering, el Dr. DS Ettinger de la Escuela de Medicina Johns Hopkins, el Dr. George Hyman de Columbia University College de Médicos y Cirujanos y el Dr. John Laszlo, Vicepresidente de Investigación de la Sociedad Americana del Cáncer ha concluido que la marihuana cruda droga tomada por inhalación sólo tiene una eficacia limitada en el tratamiento de los vómitos causados por la quimioterapia y documentado los efectos negativos sobre la pulmonar, cardiovascular y de inmunidad. La American Cancer Society declaró en 1989 que los resultados de las investigaciones clínicas no fueron suficientes como para justificar la supresión del control de consumo de marihuana para uso médico. la Asociación Médica de Estados Unidos y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) expresaron una opinión similar.
Las aplicaciones terapéuticas de la marihuana fumada se han rastreado hasta el ingrediente psicoactivo que contiene: THC. Este compuesto toma por vía oral alivia los vómitos como consecuencia de la quimioterapia del cáncer en un número limitado de pacientes. Pero THC también produce síntomas psíquicos y cardiovasculares indeseables agudos, y su efecto depresor sobre la inmunidad no es un buen indicador para los pacientes con cáncer o SIDA que ya padecen de trastornos de la inmunidad. Para el tratamiento de las náuseas asociadas con la quimioterapia, los medicamentos modernos con mucha mayor biodisponibilidad, la especificidad y efectividad y menos efectos secundarios que el THC, como la metoclopramida y ondansetrón, ya se han utilizado en millones de pacientes. Y estas drogas se han convertido en la opción preferida de la mayoría de los médicos que desean tratar a sus pacientes de la forma más segura y efectiva. Sin embargo, el THC, por sus propiedades terapéuticas, se ha reclasificado de la Lista I a la Lista II, que permite su prescripción por los médicos.
Marinol es una de las preparaciones actualmente disponibles. Pero la mayoría de los demás países signatarios de la Convención Única de las Naciones Unidas sobre Sustancias Controladas, no estuvieron de acuerdo con la Reclasificación EE.UU. y mantuvieron THC en la Lista I, entre los fármacos que no tienen ninguna utilidad terapéutica única y un alto potencial de abuso.
Mientras que la reclasificación de THC a la Lista II podría ser comprensible, esto no sería el caso para fumar la marihuana droga cruda, lo que como resultado estar más disponible y más fácilmente desviadas para uso no médico.
No hay ninguna justificación médica para el uso de fumar marihuana en el tratamiento de las náuseas y vómitos asociados con el cáncer o la quimioterapia SIDA. Otras reivindicaciones formuladas en la zona de pre-científica de la medicina en relación con las propiedades terapéuticas de fumar marihuana para la epilepsia, la esclerosis múltiple, paraplejia, dolor crónico, prurito, calambres menstruales y el dolor del parto son puramente de oídas, e incluso puede ser perjudicial para el paciente. Tales afirmaciones, sin embargo, se han reavivado recientemente por el mismo profesor de Harvard, quien también ha afirmado que ‘utiliza no más de dos o tres veces a la semana, la cocaína crea ningún problema serio. Su último libro, “La marihuana, la Medicina Prohibida”, es un compendio de anécdotas sueltas no verificables.
La reclasificación unilateral de los Estados Unidos de la marihuana de la Lista I a II sería perpetuar un engaño cruel enviando el mensaje equivocado a los pacientes desinformados y profesionales de la salud que dependen de medicamentos seguros y eficaces. No hay ninguna justificación médica para el uso de fumar marihuana en el tratamiento de las náuseas y vómitos asociados con el cáncer o la quimioterapia del SIDA “.
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